Inteligencia para un clima inteligente
Dado que los edificios inteligentes y sus funciones inteligentes proporcionan un control total de los parámetros del clima interior, esto constituye una base excelente para que los proyectos de construcción aspiren a obtener buenos resultados en los programas de certificación para el medio ambiente y el bienestar, como BREEAM, LEED y WELL.
Optimización de los recursos
En los edificios inteligentes existe la posibilidad de medir y analizar una gran cantidad de datos. Las ventajas y posibilidades de esto desde una perspectiva medioambiental son muchas.
En un edificio inteligente se suministra exactamente lo que se necesita sin malgastar recursos innecesarios: por ejemplo, la iluminación sólo se enciende donde se necesita.
Con un clima interior controlado en función de la demanda se puede ahorrar hasta un 80% de energía en el tratamiento del aire y hasta un 40% en refrigeración y calefacción en comparación con la ventilación básica.
Hoy en día, los edificios representan alrededor del 40% del consumo total de energía (en Europa). El número de edificios no deja de aumentar y de nosotros depende tomar soluciones y decisiones inteligentes para reducir el consumo.